domingo, 28 de abril de 2013

LA INTERNACIONALIZCIÓN DE LA EMPRESA ESPAÑOLA


Las autoridades españolas recurren a la internacionalización para capear el temporal de la economía española y las dificultades de las empresas.

Muchas, las que tenemos alguna oportunidad, lo hacemos. Me sorprende la capacidad de adaptación de los empresarios españoles y sobre todo las ganas de seguir luchando, a pesar de que casi todas las circunstancias son adversas.

Tenemos capacidad de exportar conocimientos y productos, esto ha quedado demostrado en los últimos años. En los de crecimiento la mayor parte de la producción de la empresa se destinó al consumo interno, pero ahora se reparte por casi todo el mundo.

Personalmente, estoy haciendo prospección de varios mercados, y en casi todos ellos encuentro a empresas y empresarios españoles, que ya están implantados en el país o en fase de hacerlo. Sin duda la necesidad de exportar es de lo poco bueno que nos ha traído la recesión.

La empresa, en general, está haciendo los deberes, se está aplicando. Hemos ajustado el gasto, mejorado la productividad, la competitividad de nuestros productos y servicios e incrementado significativamente las exportaciones. Pero, tengamos claro que, sin ayuda no seremos el motor que necesita la economía española para generar actividad y empleo.

La mayoría nos estamos encontrado un muro infranqueable para exportar. Básicamente el mismo que para desarrollar nuestra actividad en España. No tenemos crédito, ni ayuda de las entidades financieras. La propaganda es una cosa y la realidad es bien distinta.

Los bancos no tienen confianza en las empresas españolas y por tanto no arriesgan nada, absolutamente nada. Solo apoyan a aquellas empresas que garantizan al 100% que podrán devolver los préstamos o hacer frente a los avales, es decir a un minoría. Se imaginan que todos los empresarios nos pusiéramos de acuerdo para decir que si no nos garantizan beneficios paramos nuestra actividad.

Montar una infraestructura empresarial fuera de España o exportar productos, requiere de ayuda en forma de crédito o aval, ¿Quién dispone de la tesorería suficiente para hacerlo? Es evidente que muchos empresarios desisten de hacerlo ante la falta de apoyo.

Me parece prudente e incluso necesario que los bancos quieran tener las mayores garantías y pongan los medios para evitar la morosidad, pero sin exagerar. Podría relatar aquí operaciones en las que el nivel de riesgo para el banco es prácticamente cero y la operación no se ha hecho.

Hace unos días me decía el responsable territorial de empresas de una entidad, ante una operación muy segura para el banco (95%), que el responsable de riesgos de esa entidad no aprobó la operación porque, si salía mal (5%), se estaba jugando su puesto de trabajo. Este caso no es excepcional sino que es lo normal.

Difícil lo tenemos los empresarios, en España no hay ni crédito ni actividad, y cuando no vamos fuera el apoyo es mínimo. Si de verdad los gobernantes quieren apoyar el crecimiento en la exportación, tendrá que poner los medios y arriesgar, al igual que lo hacemos nosotros.

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