Este es un asunto al que no le damos la
importancia que realmente tiene.
Cuando tomamos la decisión de hacer un
campo de fútbol de césped artificial, pensamos en la moqueta:
fibra, puntadas, dtex, galga, etc., pero casi nunca en el sistema
constructivo sobre el que se montará esa moqueta.
Lo tradicional en España ha sido ir a
un sistema de asfalto con pendientes hacia los laterales y una
moqueta de 55 ó 60 mm de altura, con relleno de arena y SBR, EPDM,
corcho o fibra de coco, entre otros.
Ya dije, en un artículo anterior, que
en nuestro país nos hemos preocupado poco por la calidad y lo que ha
primado, especialmente en los últimos años, ha sido el precio.
Con esta premisa es difícil entender
que se pueden mejorar las prestaciones del juego (similitud con un
buen campo de césped natural) utilizando otros sistemas
constructivos.
Existen en el mercado muchas
posibilidades a la hora de abordar un sistema constructivo. Algunos
se han improvisado para abaratar los costes con respecto al sistema
tradicional y competir mejor.
Un buen sistema constructivo tiene que
ser capaz de sacar el agua de lluvia de forma rápida sin que queden
encharcamientos. Tengamos en cuenta que un partido de fútbol oficial
no se debe suspender por la lluvia. Para que las prestaciones del
juego sean las adecuadas el agua tiene que ir saliendo conforme cae.
Además de que debe proporcionar unas
buenas prestaciones, para el jugador (sensaciones, evitar lesiones,
etc), del comportamiento del balón (bote, rodadura, etc.) y de
este con el jugador.
En España se ha impuesto el sistema de
asfalto por el interés de las empresas constructoras o el de las
comercializadoras y no por cuestiones de calidad. Este sistema es
fácil de ejecutar y hay empresas especializadas en asfaltos en
cualquier rincón del país. Sin embargo sistemas en donde la
evacuación del agua sea vertical (más velocidad de evacuación) en
vez de horizontal, o con capas elásticas, son mucho más complejos
de hacer.
Hay decenas de opciones en el mercado,
además de la tradicional. Como siempre digo hay que analizar el uso
que tendrá el terreno de juego y en función de eso decidirnos por
el más conveniente.
Básicamente, un buen sistema
constructivo, tendrá un sistema de drenaje vertical, una capa de
material de drenaje, una capa elástica y una moqueta de 45 ó 50 mm.
A partir de aquí podemos hacer mil
combinaciones en función de las posibilidades económicas y la
calidad.
Hemos de tener en cuenta de que un
sistema de drenaje vertical elimina las aguas de lluvia más
rápidamente, pero es complejo de ejecutar y además necesitamos una
capa de drenaje debajo de la elástica. En los países de Centro
Europa utilizan lava volcánica, aquí se utiliza la escoria de las
centrales térmicas, son drenantes y compactan bien.
Normalmente la capa de drenaje será de
20 centímetros y deberá estar mínimamente compactada. Debajo habrá
un sistema de tuberías para recoger el agua o una zahorra con
pendientes muy bien compactada, incluso impermeabilizada, para que
esta salga por escorrentía hacia los laterales en donde se recoge y
se vuelca a la red de aguas pluviales o alcantarillado.
Se puede eliminar la capa drenante y
colocar la capa elástica directamente sobre la zahorra compactada e
impermeabilizada. Es más económico, pero evidentemente la velocidad
de evacuación del agua en superficie es mucho más lenta.
La capa elástica puede ser prefabrica
con distintos materiales o fabricada in situ con una mezcla de
poliuretano y SBR. La altura varía desde los 15 a 20 mm. Hay muchos
productos prefabricados en el mercado, pero las prestaciones para una
misma altura son similares.
Capa elástica
Personalmente prefiero un producto
prefabricado con un sistema de drenes para que el agua baje
rápidamente.
En los productos prefabricados hay que
tener mucho cuidado con las contracciones y dilataciones. La lámina
debe de disponer de un sistema estabilizador.
Sobre la capa elástica colocaremos la
moqueta con un relleno de arena de sílice de 10 a 15 kilogramos por
m2 y una capa de relleno con SRB, EPDM, corcho, fibra de coco, o
cualquier otro sistema, con una cantidad de kilos por m2 que varía
en función de la característica del producto.
Relleno de sílice
He descrito las bases de un sistema
constructivo de calidad, pero también los hay distintos a los
tradicionales (asfalto con 60 mm de altura de fibra) de bastante
menos calidad y precio.
Por ejemplo, a un campo de tierra ya
existente, si está bien compactado y nivelado, se le puede colocar
encima un geodren de 8, 10,12 mm o una simple capa impermeabilizante
para que el agua salga por escorrentía y encima colocar la moqueta.
En el próximo artículo hablaré de
los cambios de moqueta, ya que en estos momentos existe una alta
demanda para realizar esta operación.
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