lunes, 15 de diciembre de 2014

SISTEMAS CONSTRUCTIVOS PARA CAMPOS DE FÚTBOL DE CÉSPED ARTIFICIAL

Este es un asunto al que no le damos la importancia que realmente tiene.

Cuando tomamos la decisión de hacer un campo de fútbol de césped artificial, pensamos en la moqueta: fibra, puntadas, dtex, galga, etc., pero casi nunca en el sistema constructivo sobre el que se montará esa moqueta.

Lo tradicional en España ha sido ir a un sistema de asfalto con pendientes hacia los laterales y una moqueta de 55 ó 60 mm de altura, con relleno de arena y SBR, EPDM, corcho o fibra de coco, entre otros.


Ya dije, en un artículo anterior, que en nuestro país nos hemos preocupado poco por la calidad y lo que ha primado, especialmente en los últimos años, ha sido el precio.

Con esta premisa es difícil entender que se pueden mejorar las prestaciones del juego (similitud con un buen campo de césped natural) utilizando otros sistemas constructivos.

Existen en el mercado muchas posibilidades a la hora de abordar un sistema constructivo. Algunos se han improvisado para abaratar los costes con respecto al sistema tradicional y competir mejor.

Un buen sistema constructivo tiene que ser capaz de sacar el agua de lluvia de forma rápida sin que queden encharcamientos. Tengamos en cuenta que un partido de fútbol oficial no se debe suspender por la lluvia. Para que las prestaciones del juego sean las adecuadas el agua tiene que ir saliendo conforme cae.



Además de que debe proporcionar unas buenas prestaciones, para el jugador (sensaciones, evitar lesiones, etc), del comportamiento del balón (bote, rodadura, etc.) y de este con el jugador.

En España se ha impuesto el sistema de asfalto por el interés de las empresas constructoras o el de las comercializadoras y no por cuestiones de calidad. Este sistema es fácil de ejecutar y hay empresas especializadas en asfaltos en cualquier rincón del país. Sin embargo sistemas en donde la evacuación del agua sea vertical (más velocidad de evacuación) en vez de horizontal, o con capas elásticas, son mucho más complejos de hacer.




Hay decenas de opciones en el mercado, además de la tradicional. Como siempre digo hay que analizar el uso que tendrá el terreno de juego y en función de eso decidirnos por el más conveniente.
Básicamente, un buen sistema constructivo, tendrá un sistema de drenaje vertical, una capa de material de drenaje, una capa elástica y una moqueta de 45 ó 50 mm.

A partir de aquí podemos hacer mil combinaciones en función de las posibilidades económicas y la calidad.

Hemos de tener en cuenta de que un sistema de drenaje vertical elimina las aguas de lluvia más rápidamente, pero es complejo de ejecutar y además necesitamos una capa de drenaje debajo de la elástica. En los países de Centro Europa utilizan lava volcánica, aquí se utiliza la escoria de las centrales térmicas, son drenantes y compactan bien.

Normalmente la capa de drenaje será de 20 centímetros y deberá estar mínimamente compactada. Debajo habrá un sistema de tuberías para recoger el agua o una zahorra con pendientes muy bien compactada, incluso impermeabilizada, para que esta salga por escorrentía hacia los laterales en donde se recoge y se vuelca a la red de aguas pluviales o alcantarillado.

Se puede eliminar la capa drenante y colocar la capa elástica directamente sobre la zahorra compactada e impermeabilizada. Es más económico, pero evidentemente la velocidad de evacuación del agua en superficie es mucho más lenta.

La capa elástica puede ser prefabrica con distintos materiales o fabricada in situ con una mezcla de poliuretano y SBR. La altura varía desde los 15 a 20 mm. Hay muchos productos prefabricados en el mercado, pero las prestaciones para una misma altura son similares.

Capa elástica 

Personalmente prefiero un producto prefabricado con un sistema de drenes para que el agua baje rápidamente.

En los productos prefabricados hay que tener mucho cuidado con las contracciones y dilataciones. La lámina debe de disponer de un sistema estabilizador.

Sobre la capa elástica colocaremos la moqueta con un relleno de arena de sílice de 10 a 15 kilogramos por m2 y una capa de relleno con SRB, EPDM, corcho, fibra de coco, o cualquier otro sistema, con una cantidad de kilos por m2 que varía en función de la característica del producto.

Relleno de sílice 

He descrito las bases de un sistema constructivo de calidad, pero también los hay distintos a los tradicionales (asfalto con 60 mm de altura de fibra) de bastante menos calidad y precio.

Por ejemplo, a un campo de tierra ya existente, si está bien compactado y nivelado, se le puede colocar encima un geodren de 8, 10,12 mm o una simple capa impermeabilizante para que el agua salga por escorrentía y encima colocar la moqueta.

Esto se está haciendo, el precio es más bajo que el tradicional pero la calidad es peor.
En el próximo artículo hablaré de los cambios de moqueta, ya que en estos momentos existe una alta demanda para realizar esta operación.  

lunes, 1 de diciembre de 2014

Consejos para seleccionar un buen césped artificial para fútbol

Los problemas económicos de las AAPP han ocasionado que exista menos demanda de césped artificial para fútbol. La proximidad de las elecciones locales y autonómicas y la vejez de los primeros productos que se instalaron han mejorado el mercado, sin llegar a ser, ni de lejos, lo que fue.

Quizás este artículo habría tenido más sentido hace unos años, no obstante espero que pueda ser de utilidad para quien tenga la necesidad de tomar decisiones en este sentido.

Los fabricantes de fibra, césped artificial y las comercializadoras se afanan para que sus productos tengan un valor diferenciador de la competencia. La mayoría de las veces las estrategias se basan en el marketing, porque las diferencias entre unos y otros productos pueden llegar a ser mínimas.

Son muy pocos fabricantes de fibra y césped artificial los que dedican una parte de sus presupuestos a la I+D+i. La mayoría se limitan a copiar.



Las estrategias de venta han ido evolucionando y redireccionándose en función de los movimientos de acción/reacción entre competidores. Hemos pasado de la fibra con nervio central, a las diferentes formas de fibra, distintos nervios, fibra con memoria y un largo etc.

Hemos de tener presente de que la principal diferencia entre una fibra y otra reside en su composición molecular, ósea en el tipo de polímero que se utilice. Eso es lo que realmente le dará a la fibra mayor resistencia al uso, más durabilidad y mejores prestaciones para el juego.

Para un comprador diferencial la calidad de la fibra es sumamente complicado, diría que casi imposible. Por tanto, es esencial la confianza en el fabricante de la fibra, en la empresa que teje el césped artificial y en la comercializadora, especialmente en la persona que nos ofrece el producto.

Recurro a la confianza porque no queda otra. Lo habitual para diferencial una buena fibra de otra es el precio, aunque no siempre es así. Detrás de las mejores fibras hay mucho gasto en investigación y el empleo de los mejores productos. Lógicamente esto a la hora de vender encarece el producto con respecto a quienes se dedican a copiar o utilizar productos de calidad media o baja.

En España el mercado para las buenas fibras y los buenos fabricantes de césped artificial está prácticamente cerrado. Ahora casi siempre se compra a precio y se valora poco o nada la calidad.

La mayoría de quienes compran actúan sin tener en cuenta que invertir un poco más les va a proporcionar mantener durante más tiempo la instalación deportiva con las mejores condiciones para el juego. Al contrario de lo que ocurre en otros mercados, aquí importa lo inmediato, lo que venga después ya lo veremos.



Lo que viene después es que a los tres o cuatro años la moqueta de césped artificial ha dejado de tener las prestaciones iniciales y comienza muy prematuramente su proceso de desgaste y descomposición.

Aclarado este primer punto, vayamos a tratar lo relativo al diseño de la fibra. Hemos entrado en la dinámica de competir en función del número de nervios o forma, ¿Realmente esto es importante? Como dije lo más importante es la calidad de la fibra, pero también importa su disposición natural a mantenerse erecta. Este es el objetivo del fabricante con el número de nervios o la forma.

Tenemos que conocer que las fibras monofilamento, las más empleadas en fútbol, se obtienen por medio de un sistema de extrusión. Vamos que la fibra se forma a través de un molde y que el coste de este es el mismo con independencia del diseño de la fibra.

Entrar a valorar aquí si es mejor que tenga uno, dos, tres o hasta cuatro nervios, o forma de U, V, semicírculo u otras, es incorrecto. Lo que tenemos que comprobar es que la fibra tenga una disposición natural a recuperar la verticalidad. Recomiendo hacer esta prueba sobre una muestra de un metro cuadro, con su correspondiente relleno. De forma que nos permita pisar una y otra vez para observar el comportamiento.

Analizare ahora los parámetros más utilizados, ancho de fibra, peso de fibra, peso del conjunto, dtex, puntadas/m2, puntadas metro líneas, etc.
Estos parámetros se suelen utilizar por el vendedor para valorar su producto. Lo que ocurre es que en muchas ocasiones se hace de forma engañosa o tramposa aprovechando el desconocimiento de quienes compran.
Es muy frecuente escuchar que nos ofrecen un césped de 16.000 dtex que es mejor que el de la competencia que tiene solo 11.000 dtex.

¿Pero que es el dtex?, la mayoría de compradores lo desconocen, se dejan llevar por los números y caen en la trampa del vendedor.

El dtex es una medida de peso. Exactamente mide lo que pesa 10.000 m de la fibra utilizada para hacer la moqueta. Si nos dicen que tiene 16.000 dtex nos están diciendo que 10.000 m de fibra pesan 16.000 gramos ó 16 kilos.

Aclarado lo que es el dtex y con la finalidad de no caer en la trampa del vendedor, debemos preguntar cuántas puntadas (las veces que la aguja pincha el soporte por m2 o por m lineal para tejer la moqueta de césped artificial) tiene el césped. Porque lo que importa es la cantidad de fibra (peso total de fibra por m2) y ese parámetro es la suma de los dtex y las puntadas.

Se juega mucho con estos datos para distraer al comprador. Más dtex no es sinónimo de más fibra. Si el vendedor no nos lo dice tenemos que ir a la ficha técnica y mirar el peso de fibra por m2. Es evidente que cuanta más fibra tenga la moqueta (lógicamente dentro de unos parámetros) mejor para las prestaciones del juego.

El soporte o backing, sobre el que se teje por el proceso de tufting la fibra, debe ser de una o dos capas de polipropileno y tiene que estar estabilizado (para evitar las dilataciones y contracciones) por poliéster o fibra de vidrio.

La fibra se sujeta al soporte por medio de un baño al calor con látex o en frio con una capa de poliuretano. Es importante comprobar que la sujeción es buena para evitar que la fibra se suelte y perjudique la calidad del césped.

En conclusión antes de comprar recurrir a vendedores que tengan acreditada su credibilidad en el mercado, preguntarles por la procedencia y la calidad de la fibra, hacer un comparativo de calidad de fibra y precio, no fijarse demasiado en el diseño de la fibra sino en su capacidad de recuperar la verticalidad por medio de un test y comparar el peso de la fibra por metro.

Otro día trataremos sobre sistemas constructivos de campos de fútbol para césped artificial.