Hoy de repente y de forma inesperada ha
saltado la noticia de que una española de 21 años se ha proclamado
Campeona del Mundo de un deporte que se llama bádminton.
Habrá muchos españoles que ni tan
siquiera sepan que es el bádminton y otros pensarán que se trata de
ese deporte que se juega en la playa.
Seguro que muchos de los medios de
comunicación que han cubierto esta noticia habrán tenido que
recurrir a la Federación Española de Bádminton, porque, con casi
toda seguridad, sus redactores deportivos conozcan muy poco de este
deporte e incluso es posible que jamás hayan visto un partido de
bádminton.
La inmensa mayoría hoy hemos
descubierto a una gran deportista española que hace unos días ni
siquiera sabíamos que existiera. Seguro que Carolina no es
consciente de lo que ha conseguido. Para empezar, que todas las
portadas importantes de los medios de comunicación españoles se
hagan eco de su hazaña, que muchos españoles hayan descubierto que
es el bádminton, que también muchos sepan que existen competiciones
oficiales de este deporte y que en España, aunque sea minoritario,
se juega y compite.
Pero su proeza llega mucho más lejos
que todo eso, ha conseguido el reconocimiento a miles de deportistas
que cada día trabajan sin más recompensas que la autoestima para
destacar en sus deportes preferidos.
Carolina, como tantos miles de jóvenes,
ha tenido que emigrar para trabajar, en este caso competir, y
buscarse la vida haciendo lo que mejor sabe y lo que más le gusta.
Juega en un club de Dinamarca, país europeo en donde más se
práctica este deporte. En España solo 3.000 mujeres compiten en
bádminton.
Ojala que esta hazaña sirva para que
conozcamos más este deporte, para que en los colegios se practique
más, para que se creen más clubes de bádminton, para que más
gente se enganche a la práctica de este apasionante y noble deporte,
para que esos miles y miles de deportistas silenciosos que dedican su
vida al deporte que les gusta, sepan que ellos también pueden.
Si Angel Nieto
nos enganchó al motociclismo, Seve al golf, Nadal al tenis, Alonso a
los coches de F1, los Gasol, Navarro y compañía al baloncesto,
Mireia a la natación, el equipo de sincronizada a un deporte que
desconocíamos tanto con el bádminton, deseo que Carolina nos
enganche al bádminton y que otros deportistas españoles de
modalidades tan desconocidas como el bádminton nos enganchen a sus
deportes.
Enhorabuena para Carolina, para la
Federación Española de Bádminton y para esos pocos miles de
deportistas que en España lo practican cada día.
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