No es que repentinamente me haya
convertido en “pitonisa”, sino que existen razones concluyentes
para llegar a esta afirmación.
Solo hay tres candidatos (Madrid, Tokio
y Estambul), Madrid tiene la mejor puntuación del Comité de
Expertos, en el año 2016 las Olimpiadas serán en Brasil, Tokio está
todavía bajos los efectos de Fukushima, sobre Estambul se ciernen
muchas incertidumbres políticas y técnicas, Madrid tiene
prácticamente todas las instalaciones ya construidas y ha desplegado
una actividad internacional entorno a su candidatura sin precedentes.
Madrid lo tiene relativamente fácil,
si no comete algún error de bulto, el próximo día 7 de septiembre
será oficialmente la ciudad que albergue Los Juegos Olímpicos del
año 2020.
La organización de los JJOO cuesta
unos 2.500 millones de euros, que pagarán patrocinadores, entradas y
derechos de TV. Lo que realmente costará a Madrid la organización
de los juegos son unos 1.600 millones de euros, para pagar
seguridad, transporte e infraestructuras.
Casi todas las infraestructuras están
ya construidas, algunas infrautilizadas. Faltaría por construir la
Villa Olímpica, con un coste aproximado de 1.000 millones de euros,
reformar el Estadio de La Peineta y poco más.
La organización de los JJOO es una
oportunidad para Madrid y para España. Un motivo para recuperar la
confianza y el optimismo que hemos perdido con la dureza de los años
de crisis.
Se pueden crear hasta 75.000 puestos de
trabajo para construir las infraestructuras que se necesitan, va a
mejorar la imagen, bastante deteriorada, de Madrid y España en el
mundo y será un revulsivo para seguir invirtiendo en deporte.
Es verdad que estamos en un momento
complicado, económicamente y socialmente, que se han recortado
derechos y recursos en educación, sanidad, servicios sociales,
seguridad, etc. Que existe un clima político de enfrentamiento como
pocas veces desde la transición política, que la confianza y
desanimo se han instalado en la sociedad.
Todo ello, a
priori, puede aparentar que no estamos para organizar Olimpiadas y
que existen otros problemas a los que atender.
El gasto (1.600 millones) no es tan
grande como podríamos pensar. Casi 1.000 serían para construir la
Villa Olímpica, que posteriormente se podría destinar a viviendas.
Se crearán unos 75.000 puestos de trabajo, se mejora la imagen de
Madrid y de España, ayudará a que recuperemos algo de confianza y
optimismo en nosotros-que falta nos hace-, se van a rentabilizar
instalaciones deportivas, como La Caja Mágica, ahora infrautilizadas
y se impulsará el deporte en general.
El proyecto Madrid 2020 no tiene tanto
apoyo social como tuvieron el Madrid 2012 y Madrid 2016, este es uno
de sus déficits. Dadas las circunstancias es casi normal, pero a
partir del día 7 de septiembre los dirigentes del proyecto tienen
que esforzarse en conseguir que sea un proyecto de España y todos
los españoles. Si alguien cae en el error de monopolizar o utilizar
Madrid 2020 para su interés, estará cometiendo un error de bulto y
hará un flaco favor a España y a Madrid.
El día 3/10/2009 escribí un artículo
titulado “UN SUEÑO APLAZADO”, que adjunto.
UN SUEÑO APLAZADO
El 2 de octubre pasado tampoco pudo ser.
Madrid se quedo a las puertas de ser nombrada ciudad Olímpica. Rio de Janeiro
fue la justa vencedora y por ello hay que felicitarles. Al igual que hay que
felicitar a Chicago, Tokio y especialmente a Madrid por el enorme esfuerzo
realizado, la ilusión que han puesto en el proyecto y la esperanza que fueron
capaces de generar en la sociedad española.
Alberto Ruiz Gallardón, su alcalde, tuvo la
destreza de unir e ilusionar ante un proyecto Olímpico a toda la sociedad
española, y lo que es mucho más difícil a todas las administraciones publicas
con independencia del color político, y eso en los tiempos que corren tiene
mucho mérito.
Los españoles gozamos y nos ilusionamos el día
2 de octubre al ver a todos nuestros dirigentes unidos, el Rey, el Presidente
del Gobierno, la Presidenta de Comunidad de Madrid y al Alcalde de Madrid,
entre otros muchos, luchando, juntos, por un proyecto Olímpico para España,
como debe ser. Ese día nos sentimos orgullosos de ellos e incluso muchos nos
emocionamos. Los españoles tenemos necesidad de que este ejemplo de unidad que
ha propiciado el deporte se extienda a otras materias que nos ayuden a superar
los problemas de nuestro país.
Como buenos deportistas tenemos que aceptar el
resultado, pero nunca arrojar la toalla. Para los deportivas excelentes perder
es un aliciente para buscar la victoria. Madrid perdió por segunda vez, pero
dicen que a la tercera va la victoria.
Madrid 2020 debe ser el objetivo común de todos los españoles.
Es comprensible la decepción de aquellos que
tanto han trabajado y no vieron compensados sus esfuerzos. Tienen derecho a
descansar, pero solo el tiempo estrictamente necesario para coger de nuevo
fuerzas para seguir trabajando. Tenemos por delante el reto de preparar la
mejor candidatura para que en octubre del año 2013 la ciudad de Madrid sea
designada para organizar los Juegos Olímpicos del año 2020.
Quienes tienen la responsabilidad de tomar
estas decisiones deben tener en cuenta de que los españoles seguimos soñando
con este objetivo.
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