Hoy leo en la prensa el artículo “El
deporte de Copago”, en el que informa que tres de las cuatro
gimnastas del equipo de rítmica español tendrán que pagar de su
bolsillo la participación en el próximo Campeonato de Europa.
Hace un par de años, cuando
comprendimos de que no se trataba de una crisis coyuntural y que
tenía mucho de estructural, escribí sobre las consecuencias que
podría tener sobre el deporte. Desgraciadamente no me equivoque, y
lo que dije está pasando.
Se nos dice que nuestra economía es
poco competitiva, que tiene que serlo para exportar y que la
internacionalización sea uno de los pilares de la recuperación y
cambio de modelo. Hasta aquí estoy de acuerdo, nunca hemos tenido,
como país, vocación exportadora y este es uno de los problemas
crónicos de nuestra economía.
Para ello el gobierno apuesta por
fortalecer la marca España, también estoy de acuerdo. A las
empresas españolas nos será mucho más fácil salir y vender
nuestros productos y conocimientos con una marca prestigiada.
Pero si hay algo que prestigie a
nuestro país, por lo que se le conoce en todos los rincones del
mundo, es el deporte. He viajado por muchos lugares del mundo,
algunos muy lejanos, cuando dices que eres español, de inmediato te
preguntan si eres del Madrid o del Barcelona, por Iniesta, Nadal,
Gasol o por Fernando Alonso. Esta gente, la que hace estas
preguntas, no saben ni en donde esta España, si está en América o
en Oceanía, pero saben que existe gracias al deporte.
Si tenemos
deportistas de élite conocidos en todo el mundo, si las selecciones
de fútbol, la de baloncesto, balonmano, hockey hierba y patines, la
de fútbol sala, etc., son de las mejores del mundo, si nuestro
deporte está considerado como de los mejores del mundo, no es una
casualidad, no existen este tipo de casualidades. Es por el trabajo
conjunto del sector público y privado, es gracias a las inversiones
en infraestructuras deportivas, a las ayudas a los clubes de base, a
las federaciones deportivas, a las becas a deportistas, etc.
Los Iniesta, Nadal, Gasol, Alonso y
compañía no han salido de la nada, todos ellos empezaron
practicando deporte desde muy pequeños, en instalaciones públicas,
con monitores y entrenadores incentivados por ayudas públicas,
apoyados por sus clubes y federaciones, que con dinero público, los
llevaron a competiciones alevines, infantiles, juveniles, junior,
etc.
Alguien puede pensar que sin la
colaboración del sector público y privado o sin las ayudas
económicas de las administraciones, hoy tendríamos el prestigio que
tenemos a nivel mundial.
La experiencia y el tiempo han
demostrado que la inversión pública en deporte es muy rentable, no
solo para la marca España, también para la salud, la convivencia y
el bienestar.
Noticas como la de hoy “El deporte de
copago” me pone los pelos de punta. Todo lo que hemos construido
durante años, el prestigio adquirido, podría estar, en estos
momentos, derrumbándose.
Están en peligro los Iniesta, Nadal,
Gasol o Alonso de mañana. Estoy de acuerdo en que estamos en tiempos
de crisis, de que los recursos son menores, de que hay que optimizar,
etc. Pero de eso a que nuestros deportistas de élite tengan que
pagarse de su bolsillo la asistencia a campeonatos, tan importantes,
con el europeo, va un largo trecho.
Todos hemos de trabajar, especialmente
las administraciones, para buscar fórmulas que permitan mantener el
estatus de nuestro deporte.