lunes, 14 de julio de 2014

¿Será un espejismo?


Hace meses que no escribo nada para este blog, lo cotidiano nos ocupa todo el tiempo. A veces los problemas son tantos que no resulta fácil encontrar un hueco para la reflexión.

Dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo a resolver problemas, en vez de ocuparnos de ser creativos, de las relaciones con otros o de transmitir esperanza entre tanta negatividad.

Se trata de ver el vaso medio lleno, al menos así es como yo lo quiero ver. Esta convicción no es fácil de llevar a la práctica. Cada mañana te levantas con la intención pero las circunstancias del día te empujan continuamente hacia el lado contrario. Hay que ser fuerte para no dejarse arrastrar al lado oscuro.

No solo se trata de ser positivo, también de transmitirlo. A eso vamos, esa es mi intención con esta reflexión. En lo que llevamos de año observó un cambio de tendencia en el sector al que me dedico (para quienes no me hayan seguido, la construcción, equipamiento y gestión de instalaciones deportivas).

De estar absolutamente parado a verse movimiento. De una u otra manera, como contratistas o subcontratistas, dependemos casi al 75% de las administraciones públicas. En España el deporte directa o indirectamente siempre ha dependido del sector público.

Los ayuntamientos han vuelto a la senda de la contratación, menos las CCAA. Esto ha propiciado que las pocas empresas especializadas que siguen vivas puedan coger algo de oxígeno.

No obstante tengo que expresar mis dudas, que las tengo. No sé si es consecuencia de que han medio saneado sus cuentas, si se trata de una necesidad de mantener y mejorar las infraestructuras deportivas de su propiedad o es que a la vuelta de la esquina están las elecciones.

Como se trata de ser positivo, quiero pensar que en unos casos habrán saneado las cuentas y en otros tienen necesidad de mantener o mejorar las instalaciones, o lo mejor ambos.

Espero y deseo de que no sea algo coyuntural para ganar votos. Legítimo, por supuesto, pero una solución transitoria.

Que el modelo deportivo español tiene que cambiar es incuestionable (mi opinión sobre esto será objeto de otra entrada posterior a este blog), pero abandonarlo, como ha estado estos dos o tres últimos años, no es ninguna solución.